Porque su anatomía es compleja: son 5 articulaciones con sus correspondientes ligamentos, tendones y músculos, etc. , trabajando de manera ordenada para conseguir mover el brazo en los 3 ejes del espacio y llevar la mano a cualquier posición
Porque su función es compleja: podemos lanzar un objeto a 80 km/hora y seguidamente realizar movimientos finos o levantar pesos en diferentes posiciones del espacio
Porque con frecuencia se indican tratamientos médicos con antiinflamatorios e infiltraciones sin una verdadera base diagnóstica
Porque pequeñas alteraciones o lesiones pueden causar cuadros dolorosos e incapacitantes , y su diagnóstico precoz facilita su tratamiento y mejora su pronóstico
Porque existen muchos problemas del hombro que no son detectables en las pruebas de imagen y su diagnóstico se basa en criterios clínicos y de exploración física por parte del médico o del fisioterapeuta
Porque la exploración física del hombro es compleja y conviene que el propio médico sea capaz de efectuar una exploración ecográfica y realizar técnicas de infiltración ecoguiada
Porque los estudios radiológicos (RX, ecografía, TAC y Resonancia) proporcionan mucha información pero tantas veces no se corresponde con la verdadera causa del dolor de hombro: casos paradigmáticos son la capsulitis retráctil o la disfunción escapulotorácica
Porque las indicaciones quirúrgicas deben ser prudentes y realistas, y su evolución, resultados, riesgos y complicaciones claramente expuestos al paciente con el fin de contar con toda su colaboración en el proceso de recuperación
Porque la primera cirugía en el hombro es tantas veces una oportunidad irrepetible, en particular en el tratamiento de las fracturas de la extremidad proximal de húmero o en las reparaciones de los tendones del manguito rotador
Porque la cirugía del hombro es compleja: tanto si se trata de una fractura, una prótesis o una artroscopia, el cirujano debe de tener la suficiente experiencia para poder hacer frente a las dificultades inesperadas y los hallazgos imprevistos
Porque muchas dolencias del hombro pueden ser tratadas exitosamente de manera conservadora, evitando cirugías innecesarias, como es el caso de la capsulitis glenohumeral en fase inicial la cual puede malinterpretarse como una compresión subacromial del manguito rotador. La primera puede ser tratada de manera conservadora con medicación y/o infiltraciones y la segunda puede requerir de cirugía artroscópica.
Porque en definitiva el diagnóstico y tratamiento del hombro requiere de supervisión continuada y coordinada entre el médico y el fisioterapeuta.